XXXIV. De las pascuas que los de la ciudad dieron a nuestros religiosos, con que dieron fin a las maldades de este año 1545

Dijimos arriba como, cuando pasó el padre vicario y sus tres compañeros por Zinacantlán para Chiapa la primera vez, pareciéndoles ser imposible cumplir aquel pueblo lo que tenía tasado que había de dar, sacó allí fray Jordán la tasa y envióla al señor obispo para que pusiese algún remedio. El cual, la llevó y mostró a la audiencia y dijo el presidente y oidores que aquella tasa tendría harta que hacer para cumplir Sevilla. Y de aquella parte para que viniese un oidor a ver y moderar los tributos de este obispado. Pues, como esto supo el que se servía de aquel pueblo muy libremente llevándole mucho más de lo que estaba tasado, y tratándolos y sirviéndose de ellos como si fueran sus esclavos herrados, que lo veían los religiosos con sus ojos cada día sin poderlo remediar, encendido con fuego de pasión determinó mostrar lo que hasta allí por ventura tenía concebido. Y, moviéndoles él, o por dicha moviéndose ellos, por las sospechas que tomaron de la ida del...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información