XXVI. Prosigue el estado en que hallaron a los indios y cómo aprendieron las lenguas y enseñaron
Hallamos a estos indios envueltos y ciegos con el
pecado de la infidelidad y digo una cosa de que
se indignaron los españoles, pero probarla he
con todos los religiosos: que no había indio en toda esta
tierra que fuese fiel, ni conociese a Dios como los fieles lo
conocen. Y porque yo no quiero contender con necios,
sino probar esto a los sabios, doy por razón lo que ningún
español acá negará, que no había indio que tuviese más
noticia de la trinidad ni de la muerte y pasión de Cristo,
ni de su resurrección, ascensión y venida al juicio, de la
resurrección de la carne. No sabían más de esto los indios
que de lo que jamás oyeron, y si de alguna cosa formaban
concepto de Dios era de Santa María porque aquella oían
a los cristianos llamar en sus necesidades y a la iglesia llamaban
los indios: casa de Santa María. Bien habían oído
algunos decir de Dios que era bueno y que murió, pero
formaban conceptos quiméricos de todo esto. La razón
de ello es porque ninguna...
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