XIII. “Ad Dei laudem et gloriam” (1569-1572)

Con esta mesiánica leyenda iniciaba el secretario Antonio Gracián Dantisco su dietario el 1 de enero de 1573. Desde el año anterior sus ocupaciones como secretario del rey le habían llevado a redactar un detallado diario de su trabajo burocrático, donde anotaba los trámites que realizaba con los correos, despachos y memoriales llegados a su mano. Se trata de un documento precioso sobre el funcionamiento del gobierno de la Monarquía en los años setenta. La devota frase con la que el secretario daba inicio a su dietario expresa con claridad su rotunda fe acerca de la importancia de su labor al lado del monarca más poderoso de la Cristiandad, y de como su política estaba dirigida a la mayor alabanza y gloria de Dios. Su optimismo provenía de los acontecimientos acaecidos en el año previo de 1572, que ha sido considerado como uno de los años claves del reinado de Felipe II. Hacía dos años que el rey se había casado con su sobrina la archiduquesa Ana, uno solo había pasado...

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