XIII. De la salida de los demás religiosos de Campeche, llega allá la nueva del naufragio y sentimiento que se hizo

Partidos nuestros hermanos de Campeche, viendo que tanta gente y hatos no podían salir de allí sino en barcas, porque decían que no había canoas, sino para tres o cuatro más, y que las barcas era cosa segura porque jamás hombre peligró en ellas, porque aunque padecen tormenta, como van a orilla de la tierra, luego la barca encalla, y aunque ella se quiebre todo lo que lleva se escapa y esto es cosa muy platicada que después la vimos muchas veces, sino que aquella desgracia tan extraña estaba guardada para nosotros por justos juicios de Dios, determinamos entrar en barca y el padre vicario, aunque de mala gana, se conformó con el parecer de todos y al presente estaba allí una muy buena barca y nueva. Allí metimos todo lo que restaba de nuestro hato sin que nos quedase nada y esto también fue parte para que aceptásemos el convite de la partida, según que arriba tocamos. Habíamos de embarcar aquel domingo en la tarde, pero hubo cierto embarazo en la barca y así no nos...

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