VI. “Yo comencé a gobernar el año de 1543”

Con estas palabras apostillaba Felipe II una nota marginal en una carta recibida en diciembre de 1574 [1]. La afirmación del rey era un tanto aventurada, pues su padre había restringido en gran manera dicho gobierno, lo que permite hablar con más propiedad de un gobierno tutelado y muy limitado, pero lo cierto es que su experiencia como gobernante se había iniciado entre abril y mayo de 1543. Tras lograr el reconocimiento de su hijo como heredero en la Corona de Aragón, Carlos V había decidido marchar de nuevo a Alemania para tratar de resolver el conflicto religioso, y aunque tenía decidido encomendar a su hijo el gobierno de Castilla, Felipe sólo tenía quince años. Albergaba las lógicas dudas acerca de su capacidad política, y éstas no dejaron de crecer a medida que se acercaba el momento de la despedida. Desde su nacimiento, el emperador había hecho recaer en su hijo gran parte de sus esperanzas para lograr la inclusión definitiva de España en el Imperio....

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