VI. De la llegada y estada en la isla de La Gomera

Sucedió en una de estas veces que nos adelantamos, que nuestro navío con alegría grande descubrió tierra sábado de mañana, a 19 de julio, y aunque era bien deseada, muchos no se persuadieron y no se levantaron a verla hasta la tarde. La tierra que vimos fue una isla de las Canarias o afortunadas que se llama Tenerife. Es esta isla de muy linda vista y parece ser porque tiene una sierra, la más alta que yo había visto, y es aguzada a manera de una linda piña. En gran manera nos holgamos y dimos gracias a nuestros señor de verla: por haber habido acuerdo entre los pilotos parecióles que no debíamos tomar allí puerto porque es dificultoso de tornar y por andar allí la mar muy alta no se podía adobar la nao que perdió el timón, y así navegamos todo aquel día a la vista de aquella hermosa isla. El domingo de mañana amanecimos junto a la isla que llaman de la Gomera, el pueblo de la cual aunque es bueno pero es pequeño, y nuestros marineros con ir los...

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