¿Un conflicto sin solución?

El convenio de 1959

La apuesta de la MPEAA por concentrar las presiones en el MAE dio sus frutos antes de lo esperado. El nombramiento de Eric Johnston como asesor de la Casa Blanca para la gestión de la ayuda económica del ICA —que España buscaba incrementar, unido a su papel como Presidente de una Comisión especial creada por el FMI para la colaboración con los países en vías de desarrollo, reforzaron su poder disuasorio.[1] España se encontraba en esos momentos negociando su incorporación como miembro de pleno derecho a la OECE y el FMI. Estados Unidos era el principal valedor internacional de ese ingreso, por lo que no parecía conveniente irritar demasiado a uno de los principales consejeros en la materia del Presidente Eisenhower. Johnston no tardó en recordar a la Embajada española «sus servicios» durante los primeros contactos con el FMI. A cambio, el embajador español solicitó a sus superiores en Madrid gestos hacia la MPEAA.[2]

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información