Título III: Del patriarca

[1] 1. El patriarca es la imagen viviente y animada de Cristo[2] y representa la verdad con sus obras y palabras. 2. La función del patriarca es, en primer lugar, preservar con la piedad y la nobleza de su vida a las personas que Dios le confió[3]; luego, hacer volver, en la medida de sus posibilidades, a la ortodoxia y la unidad de la Iglesia a todos los herejes (son llamados herejes por las leyes y los cánones quienes no comulgan con la Iglesia católica)[4] y, finalmente, hacer seguidores de nuestra fe a a los no creyentes, impresionándolos a través de sus acciones brillantes, extraordinarias y admirables[5]. 3. El patriarca tiene como fin la salvación de las almas a él confiadas, el vivir de acuerdo con Cristo y crucificarse en el mundo. 4. Es propio del patriarca el magisterio, el comportarse igual con todos, sin excepción, tanto con humildes como con poderosos, ser suave al aplicar la justicia, pero también ser censor de los...

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