Teoría y programa del arte normativo

Un arte además: la responsabilidad social del arte abstracto

Los años cincuenta se tiñeron de negros, blancos y ocres, con los gestos dramáticos del arte informalista, que por estas fechas emergían de España a la palestra del arte internacional de vanguardia. La aceptación y el interés que estas tendencias suscitaron en el extranjero, sumado a las conscientes estrategias gubernamentales para su difusión a lo largo y ancho del mundo, configuraron, como hemos visto, una potente poética artística, que acabó por transformarse en una verdadera escuela de estilo. El arte informal español, homenajeado y premiado en los foros artísticos en alza, pasó a formar parte de la gran masa «otra» que surgía por todos los rincones de Europa y Estados Unidos. Sin embargo, los años finales de la década de los cincuenta dejaron entrever lo que iba a ser una crisis anunciada en el arte contemporáneo: la crisis del informalismo. Si bien el conflicto definitivo tuvo lugar alrededor de los años 1962-1963, durante los años 1959-1961 España comenzó a ser testigo de un debate abierto en torno a la ineficacia del informalismo y a las necesidades de un replanteamiento de las relaciones entre arte y sociedad.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información