Su obra pictórica

Obra de caballete

Los frescos pintados por Stolz, quizá sea su obra más importante y más conocida, ocupando mayormente su tiempo a partir de los años cuarenta. Sin embargo, al ser un trabajador incansable, no se olvidó de su pintura al óleo. Sabemos que ya desde niño, su gran “diversión” era dibujar, técnica en la que fue superándose siempre a lo largo de su existencia. Dibujar y pintar fue la ocupación stolziana desde su primera juventud. Tuvo soltura y rapidez en este oficio. La escuela de su padre, la Academia valenciana de San Carlos y luego la madrileña de San Fernando hicieron de él, no sólo un buen técnico, sino hombre apasionado por la pintura en todas sus formas de expresión.

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