Roma, 1915: el contacto con el clasicismo

Gracias al libro-registro que el director de la Academia está obligado a hacer de la vida de los pensionados se han podido reconstruir y localizar algunos datos de la estancia de Roberto en la Academia. Apenas un mes de su llegada a Roma, ha comenzado sus «visitas de estudio en los Museos e Iglesias de Roma antes de dar principio a sus tareas reglamentarias».[1] En carta del director al Ministro de Estado se da noticia de que el pensionado, «continúa ampliando algunos conocimientos de su carrera y haciendo dibujos de motivos arquitectónicos».[2] Con el propósito de posar su mirada en la simplificación arquitectónica que propone el clasicismo, Balbuena, en sus primeros apuntes romanos, se interesa por los grandes conjuntos monumentales en los que poder inspirarse para sus utopías arquitectónicas. La fachada del Ministerio de Justicia pudo servirle de modelo para algunos bocetos. No quiso copiar los edificios consagrados, aunque sí sabemos los visitó y...

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