Panorama del coleccionismo de escultura moderna en España en el primer tercio del siglo XIX

La tradición coleccionista española es, en general, ampliamente conocida en el ámbito pictórico, pero se ha tratado escasamente en lo que se refiere a la escultura del siglo XIX. [1] Es cierto que la pasión por los cuadros fue mucho mayor que por las esculturas a lo largo de la historia, entre otros motivos por la falta de costumbre o por las dificultades de desplazamiento que implicaba el formato escultórico. Fig. 1. Ramón Barba. Estatua de Mercurio, 1806. Madrid, Museo Nacional del Prado. © Alberto Otero y José Baztán. En muchas ocasiones la nobleza española emuló los gustos reales, [2] reuniendo pequeñas colecciones que incluían encargos de diversa calidad, en gran parte para decorar sus jardines, y en general el gusto por la escultura clásica solía predominar sobre el de la contemporánea. Pocos nobles y eruditos se especializaron en escultura. Los coleccionistas tuvieron más facilidad, lógicamente, para reunir pinturas y estampas por...

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