Luz y materia

Introducción

Nuestra percepción del mundo exterior está definida por nuestros sentidos y por cómo estos detectan diferentes tipos de energía (mecánica en el caso del tacto y del oído, luminosa en el caso de la vista) o de compuestos químicos (en el caso del gusto y olfato). Disponemos también de mecanismos para percibir los cambios de temperatura exterior, orientación espacial y velocidad. Sin embargo, la vista es el sentido que determina en mayor medida nuestra relación con el entorno, siendo la luz y su interacción con la materia la que condiciona buena parte de nuestra percepción del mundo exterior.

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