Lo social. La socialidad como rasgo definitorio de la unidad cultural

De lo antes expuesto parece claro que el rasgo definitorio para definir a una unidad como cultural es su dimensión social, el significado cultural construido sobre el valor objetual-simbólico de la misma. Incluso cuando una unidad se viera truncada en su socialidad como proceso de significación social, es decir, cuando no hubiese funcionado como objeto de cambio, nexo comunicacional en el intercambio interpersonal, aun así, la consideraremos social si —y solo si— suponemos que es el resultado de un intercambio previo. Todo esto hace suponer que la instancia definitoria de la unidad cultural es la del intercambio. En ella se cuaja de manera definitiva el valor social que hace de la unidad una unidad cultural. El intercambio es el proceso de mediación simbólica llevado a cabo por un agente mediador, un significado agentivo que, como mínimo, debe ser encarnado por dos personas. La prueba de ello es que, desde un punto de vista funcional, podría afirmarse que no hay unidad que...

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