“Veintitrés escribas”

En este relato Gorodischer reelabora uno de los motivos que le resultan más atrayentes: el viaje en el tiempo[1]. Pero, a diferencia de otros textos en los que aborda el tema –como “El mejor día del año”, perteneciente a Trafalgar, o “Seis días con Max” –, en este caso no recurre a procedimientos ciencia-ficcionales, sino que continúa en la órbita neofantástica. Así, presenta una serie de personajes pertenecientes a épocas y lugares ajenos entre sí que se ven reunidos en un punto por causas desconocidas para ellos. Dicho lugar se halla en las inmediaciones de una enigmática edificación: la Fortaleza Consternación, y se erige como una “encrucijada del tiempo” equivalente a aquella desde la cual estaría elaborado el libro que buscaba Teo Kaner. Esta relación no es caprichosa, pues precisamente la labor que deben desempeñar los veintitrés escribas es la de redactar una parte del Ordenamiento De Lo Que Es Y Canon De Las Apariencias. El relato puede...

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