“Una obra de contestación vale una granada o un fusil”: arte, contestación y lucha en las protestas del 68

Subversión versus revolución

El espíritu de protesta que se generó, sobre todo, entre 1966 y 1968 fue considerado como una exigencia de base para el intelectual. Como explicaba Jean Paul Sartre durante el levantamiento del 68: “La seule façon d´apprendre, c´est de contester. C´est aussi la seule façon de devenir un homme. Un homme n´est rien s´il n´est pas contestant. Mais il doit aussi être fidèle à quelque chose. Un intellectuel, pour moi, c´est cela : quelqu´un qui est fidèle à un ensemble politique et social mais qui ne cesse de la contester”[2].

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