La diplomacia cinematográfica estadounidense y el nuevo clima bilateral

La detonación de una bomba atómica por parte de la Unión Soviética en agosto de 1949 revalorizó inmediatamente la posición geoestratégica de la Península Ibérica en los planes defensivos del Pentágono. La Guerra de Corea y el anticomunismo del régimen franquista permitieron al gobierno de Estados Unidos justificar puertas adentro la aproximación a España como un movimiento más en la partida de ajedrez disputada con el Kremlin. Los pactos sellados en Madrid en septiembre de 1953 dieron carta de naturaleza a lo que venía fraguándose desde principios de la década: una relación desnivelada por la cual Estados Unidos obtenía privilegios estratégico-militares a cambio de respaldo internacional y cooperación militar, técnica y económica. Los servicios informativos y culturales desplegados en el país recibieron la misión de crear un clima de opinión favorable al nuevo vínculo bilateral. El cine, de nuevo, ocupó un papel central en esa estrategia. De nuevo también,...

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