II. Castellanos en la corte del rey de León

Los Castro al servicio de los reyes de León

Rodrigo Fernández de Castro sirvió al emperador desde 1126, al igual que su hijo, Fernando Rodríguez. Tras la muerte de Alfonso VII, Fernando Rodríguez de Castro se integró en la corte de Sancho III, el nuevo rey de Castilla y, posteriormente, en la de Alfonso VIII. Pero el de Castro mantenía estrechas vinculaciones con la nobleza leonesa, pues había casado con Constanza Osorio, hija del conde Osorio Martínez.

Fernando Rodríguez, el Castellano

El enfrentamiento con los Lara por la custodia de Alfonso VIII motivó que don Fernando se dirigiera a la corte leonesa, donde su parentesco con los Osorio facilitó su integración. No obstante, cuando comenzaba la guerra por la custodia del pequeño rey de Castilla, Fernando II promocionó a Fernando Rodríguez, denominado ahora con el cognomen el Castellano; casándolo con su hermana, la infanta doña Estefanía; aunque para ello el de Castro tuvo que repudiar a su primera esposa, doña Constanza Osorio. El enfrentamiento de Fernando II con el conde Osorio Martínez, previo al tratado de Sahagún, y el hecho de que el conde se alineara en el bando de los Lara en las luchas castellanas por la custodia de Alfonso VIII, pudo influir en que el monarca leonés interviniera para que Fernando Rodríguez repudiara a doña Constanza y casara con su hermana doña Estefanía Alfonso.

Desde entonces se convirtió en uno de los principales apoyos del rey que lo puso al frente de la mayordomía en octubre de 1162, tal vez para hacer frente a la guerra con Castilla, y lo mantuvo en el oficio hasta el otoño de 1164.[1] Durante esta primera estancia en León, el rey le entregó la tenencia de las torres de la ciudad regia.[2] Probablemente en 1165 abandonó el reino y se dirigió a Castilla, quizá para gestionar algunos de sus bienes familiares, pues pronto regresó a León donde de nuevo ocupó la mayordomía entre octubre de 1165 y febrero de 1166, además de ser nombrado tenente de Salamanca, León, Asturias y Zamora.[3] Durante este período le acompañará en la corte su hermano don Álvaro Rodríguez de Castro, que fue nombrado tenente de las torres de León.[4]

En 1169 Fernando Rodríguez participó en la exitosa campaña de Badajoz en la que fueron hecho prisionero Alfonso Enríquez y Geraldo Sempavor.[5] Ese mismo año ocupaba la tenencia de las torres de León[6] y durante la década de los setenta el rey le entregó otras destacadas tenencias, como Benavente en 1174.[7]

Al parecer, en el verano de 1174 salió de la corte leonesa, tal vez por la llegada de los Lara, y se dirigió hacia el sur, donde pasaría al servicio de los almohades. Tras su estancia en el norte de África y durante la década de los ochenta aparece intermitentemente en las cortes de León y de Castilla, puesto que se suceden períodos de amistad y conflicto con Alfonso VIII. En León fue tenente de Mayorga, Villalpando y Castroverde.[8]

Murió en torno a 1184 cuando tenía la tenencia de Asturias.[9]

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