Funcionarios y clérigos

Todo lo relacionado con la inteligencia de Georges Cuvier tiene un componente algo legendario. Así ocurre con el extraordinario tamaño de su cerebro, revelado por la autopsia, el cual correría parejo con el de su cabeza y, lógicamente, la talla de sus sombreros (Buffetaut, 2002; Taquet, 2006).Se asume que fue un niño prodigio. Estimulado por su madre, Anne-Clémence Chatel, veinte años más joven que el padre, Cuvier se habría aficionado muy pronto a la lectura y el dibujo. En otros extremos, parece que era más bien un niño huraño e introvertido, comportamiento quizá en parte provocado por las presiones familiares (Outram, 1984). Los padres veían en su capacidad intelectual una manera de salir de la mediocridad. Cuando contaba entre diez y doce años, debió despertarse su vocación naturalista, y a partir de ese momento devoró literalmente la historia natural de Buffon existente en la biblioteca de uno de sus primos, mucho mayor que él, Pierre-Ni-colas Cuvier, clérigo....

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información