El recuerdo

Figura 1. José Giral y María Luisa González de la Calle, mis abuelos tal y como los recuerdo. «Se vive para crear, para mantener perenne la llama creadora, el ansia irrefrenable de plasmar en realidades el fruto del ingenio o la inspiración del artista.» José Giral Los abuelos vivían en un modesto departamento, en la calle de Río Amazonas número 26, departamento 3, esquina con Río Pánuco, en la ciudad de México. Regularmente mis hermanos y yo íbamos a Amazonas con mi madre. Subíamos los dos pisos a pie. Entrábamos primero al despacho, de muebles claros, en donde estaba siempre el abuelo. Le dábamos un beso y nos acomodábamos en el salón a estar con la abuela que nos ofrecía un chocolate —«un bombón», decía ella—, sólo uno a cada uno, y un refresco. Cuando pienso en el abuelo recuerdo en particular una tarde. Mi hermano Carlos y yo nos quedamos a comer en Amazonas. Tendríamos cinco y seis años, o quizá más. Después del café, al que el abuelo le...

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