El recinto universitario

El regio estudio

Reforma es el sustantivo apropiado para definir el pasado no tan ilustrado del recinto universitario napolitano[16]. Los cambios no son ajenos a la historia política. Acontecimientos como la pérdida del virreinato por la corona española en favor de la corte austríaca, ocurrida en 1707, y la reconquista de Nápoles por Carlos de Borbón transcurridos veintisiete años, repercutieron en la ordenación del regio estudio gracias al particular estatuto que gobierna el recinto educativo desde su creación en el siglo trece. El decreto fundacional, firmado en 1224 por Federico II, otorgaba a la Universidad de Nápoles un organigrama diferente al régimen de estudios establecido en otros núcleos docentes italianos. Es el rey quien nombra y paga a los catedráticos y al prefecto, denominado cappellano maggiore, quedando al margen las agrupaciones de profesores y de estudiantes. En consecuencia, la institución tuvo un carácter estatal y estuvo sometida al dictado exclusivo de los gobernantes. A las puertas de un nuevo siglo, transcurridos cerca de quinientos años desde sus fundación, la situación universitaria es preocupante. Es un cadáver, afirmaba en1681 el cappellano maggiore. Cadáver que él ha tratado de resucitar«no habiendo cesado en el término de tres años de irle ensalmando con todos los remedios que he conocido eficaces para darle vida»[17].

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