El final de la historia

Hasta aquí, la historia del CENIM. Que bien podría compararse al recorrido de un río, que no nació de ninguna fuente, sino que su cauce se originó al reunir las aguas de tres importantes corrientes, el Instituto de la Soldadura, el Instituto del Hierro y del Acero y el Instituto de Metales no Férreos.Es de esperar que las aguas de este río sigan regando los campos de la Metalurgia de nuestro país durante muchos años más y que, algún día, alguien que, como nosotros, que siempre hemos tenido un gran cariño al que fue nuestro centro de trabajo durante mucho tiempo, se decida a continuar este relato.En este momento en el que hemos terminado nuestro trabajo, los auto-res queremos decir a quienes nos leyeren que hemos construido esta historia utilizando, en algunos casos, nuestros propios recuerdos, pero en su mayoría ahondando en la enorme cantidad de información que existía desperdigada por el CENIM. Para poder utilizarla ha sido precisa una enorme labor previa de...

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