Continuidad y ensanche del asociacionismo médico-farmacéutico

La ampliación durante las dos primeras décadas de la República del movimiento asociativo entre los científicos, en sus diferentes modalidades, constituye un buen ejemplo de la continuidad y superación de los avances de la actividad científica insular en los últimos años de la colonia. Aunque dicho movimiento se vio muy limitado a consecuencia de la guerra de 1895 a 1898, lo cierto fue que tan pronto terminó el conflicto se encontró en mejores condiciones para protagonizar una nueva expansión sin paralelo en la época anterior. Sólo unas pocas sociedades científicas del último tercio del siglo XIX lograron mantener su existencia en la coyuntura de la guerra, aunque antes ya muchas habían desaparecido o no lograron poner en marcha sus planes, fuesen ambiciosos o modestos. Junto a la Academia, que pronto dejó de llevar el encabezamiento de «Real», sobrevivieron las más importantes: la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana y la Asociación Médica de Socorros...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información