Conclusión transitoria (Del barrio a la escuela)

Mi introducción como etnógrafa en la escuela supuso una ampliación del espacio de interacción social y no alteró el tipo de relaciones que previamente mantenía con la infancia y las y los adultos gitanos del barrio. Aun así, la entrada en el colegio Azcona fue para mí uno de los momentos más delicados de todo el trabajo de campo. Mi pertenencia al sistema educativo me situaba de hecho en una posición de proximidad cultural con respecto al grupo de docentes. En consecuencia, las maestras esperaban de mí una actitud de conformidad y lealtad con respecto a sus propias representaciones y conductas frente al grupo de niñas y niños gitanos y sus familias. Sin embargo, dado el tipo de relaciones culturales que mantenían con este sector del alumnado, sus expectativas resultaban incompatibles con mi trabajo. Esta doble vinculación con los actores sociales protagonistas de la interacción escolar (con las y los niños y sus familias, por una parte, y con la institución escolar,...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información