Capítulo XIII. El piso y el edificio

XIII-1. Piso de madera. Desde que los hombres se contagiaron de la curiosa manía de amontonarse unos encima de otros, el piso se hizo necesario para multiplicar la superficie útil donde poder alojarse; y, cuando el ascensor ha permitido suprimir la incomodidad de la escalera, el número de pisos superpuestos se ha multiplicado hasta crear el rascacielos con rapidez y facilidad de crecimiento asombrosas. Ello es perfectamente comprensible; porque sostener un piso encima de otro es, después de todo, un problema sencillo y hasta monótono. Como siempre, cada material ofrece una solución elemental diferente, que las dimensiones, en planta, vienen luego a modificar y complicar. Pero, en el piso, estas variantes son menos numerosas y diferenciadas que en otros problemas. Con losas, placas, viguetas y cargaderos se compone la inmensa mayoría de los pisos; porque, ni estos elementos permiten grandes variaciones de dimensiones, ni el planteamiento general suele exigirlo. Los pisos de...

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