Capítulo XII. La cubierta y el cerramiento

XII-1. Sección de la Catedral de Viena. La envoltura de un edificio o de un espacio cualquiera se suele formar de dos elementos diferenciados; el cerramiento y la cubierta; vertical el primero, por conveniencias funcionales y facilidades constructivas, y horizontal o inclinado el segundo para facilitar el desagüe. La cubierta requiere una superficie continua; y si su estructura se separa del material de cobertura, es por la dificultad o el coste que lleva consigo el establecer esa superficie impermeable con los materiales resistentes y estructurales de que ha ido disponiendo el constructor en las distintas épocas. Solamente el hormigón armado y, en todo caso, el ladrillo enfoscado, permiten alcanzar, con el propio elemento estructural, la impermeabilidad necesaria; y aun así, en general, es necesario recubrir esa superficie con telas asfálticas o materiales análogos para evitar la entrada del agua por las posibles fisuras, tan corrientes en estas superficies. Con el acero,...

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