Capítulo V: El colapso del huertismo

Las dificultades políticas

Tras lo ocurrido en las elecciones celebradas en el mes de octubre de 1913, parecía haber ciertos indicios que indicaban que Victoriano Huerta no sólo continuaría al frente de los destinos mexicanos sino que su gobierno tendría aún más fuerza y sería todavía más autoritario que antes. Sin embargo, como ya hemos visto en el capítulo anterior, aunque se había desembarazado de los congresistas y de los miembros del gobierno que le resultaban molestos, su posición no era tan sólida como pretendía hacer creer a todos y no le resultaría fácil controlar la situación. Por una parte, la presión norteamericana sobre su régimen era fuerte; por otra, y precisamente por temor a una invasión de sus vecinos, en algunos círculos cercanos al poder comenzaron a escucharse voces partidarias de la retirada del general, confirmando los rumores que hablaban de deserciones entre sus antiguos partidarios. Por último, los carrancistas proseguían su lucha, siendo cada vez más fuertes no sólo en el interior sino también en el campo de la opinión pública internacional.

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