Capítulo 8. El chip crece: la carrera de los primeros circuitos integrados

Nadie podía imaginar en 1960 el impacto que iba a tener el paso de los fenómenos de conducción en el vacío (válvulas) a los de conducción en semiconductores (transistores). En ese momento, comenzaba la carrera espacial, por lo que la industria del transistor bipolar iba a sufrir un enorme empujón, añadiendo nuevos mercados a la electrónica de consumo, consolidada gracias a la miniaturización de los receptores de radio, a los audífonos y a algunas otras aplicaciones de gran volumen, entre las que cabe destacar el sector de los electrodomésticos[1]. Sin embargo, la progresión no se detuvo; al contrario, el silicio comenzó a ofrecer posibilidades interesantes difícilmente alcanzables con el germanio. De entre todas ellas, la más importante se debió nuevamente a Bell Labs. El desarrollo de la tecnología de silicio permitió hacer viable el tipo de transistor que había querido desarrollar inicialmente Shockley y que había terminado por abandonar. Se trataba de...

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