Capítulo 6. El alba del transistor: los tres mosqueteros

Como hemos visto, la Segunda Guerra Mundial significó una aceptación generalizada de la electrónica, así como un convencimiento de su importancia en temas estratégicos, mucho más allá que en las aplicaciones de uso civil. Sin embargo, también demostró sus carencias y limitaciones. El tamaño de los equipos electrónicos de la época, su excesivo peso, su enorme consumo de energía, su alta fragilidad y baja fiabilidad, provocaban la frustración de ver que no era capaz de atender adecuadamente a las expectativas que generaba. Baste un ejemplo para entender el alcance de lo que decimos. Una superfortaleza volante de la época, los conocidos bombarderos B-52 de la fuerza aérea norteamericana, llevaba unas 1.000 válvulas, lo que significaba un consumo de aproximadamente 10 KW y una carga extra debida a la electrónica embarcada de una tonelada; a eso debemos añadir que la tasa de fallos venía a ser de una hora, lo que implicaba varios fallos en cada misión. Estaba claro que...

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