Capítulo 4. ¿Sirve el grafeno para tantas aplicaciones como se dice?

La pregunta más habitual en relación con todo lo que se habla del grafeno es si no ocurrirá algo similar al fullereno y a los nanotubos de carbono sobre los que se crearon grandes expectativas, y que después de más de 25 años de estudio, su comercialización y consiguiente impacto en la industria ha sido escaso (sobre todo en el caso del fullereno; los nanotubos, aunque con dificultades, han corrido mejor suerte). Queda claro que, aparte de limitaciones de tipo técnico, la introducción en el mercado de un nuevo producto no es tarea fácil ni inmediata. La experiencia con estos materiales puede servir a aquellos que se embarquen en la aventura de fabricar y utilizar grafeno para tener una idea más clara sobre cómo proceder y evitar errores del pasado. Lo que diferencia al grafeno es que parte con ventajas como la posibilidad de producirlo en grandes cantidades a precios competitivos y con mayor grado de pureza u homogeneidad de la muestra. No obstante, hay que ser muy conscientes de las aplicaciones en las que merece la pena investigar e invertir dinero, tiempo y esfuerzo, seleccionar aplicaciones muy específicas y, a partir de ahí, construir las bases para la obtención del grafeno más adecuado.