Capítulo 4. ¿Cómo funciona una lente?

La dióptrica de Kepler

Las primeras lentes, tanto si eran piedras de lectura como lentes para anteojos, tenían forman convexa. Con el avance científico­técnico se fueron desarrollando nuevos tipos de lentes y, hoy en día, se pueden encontrar diversas formas: bi­convexas, plano­convexas, plano­cóncavas, menisco­positivo y menisco­negativo, tal como se ve en la figura 28. Todas ellas se pueden clasificar en dos tipos: lentes positivas y lentes negativas. Las lentes positivas, por definición, son aquellas en las que el espesor es mayor en el centro que en la periferia (bi­convexa, plano­convexa y menisco­positivo). Si ocurre lo contrario, a saber, el espesor es menor en el centro que en la periferia, entonces la lente se denomina negativa (bi­cóncava, plano­cóncava y menisco­negativo). Las lentes positivas tiene la propiedad de hacer converger los rayos de la luz incidentes sobre ella, mientras que las negativas hacen divergir los rayos que las atraviesan. Esta propiedad es crucial para entender por qué las lentes positivas ayudan a compensar la hipermetropía y/o presbicia, y las negativas, la miopía. Vayamos paso a paso para entender cómo se produce esto.

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