Capítulo 2. Hacia la institucionalización de la agricultura científica en Cuba: la labor de los reformadores agrícolas, 1878-1913

La profesionalización y divulgación de la ciencia agronómica cubana en el entorno colonial

La labor de los reformadores agrícolas desde las instituciones privadas coloniales finiseculares, a diferencia de los organismos estatales, fue más eficaz en la puesta en marcha de las antiguas aspiraciones de los agraristas ilustrados, en su camino por reorganizar la agricultura cubana sobre bases más racionales. Para ello contaron con el legado científico de las sociedades surgidas a raíz del boom azucarero del último lustro del siglo XVIII, tales como la Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana (1793), el Real Consulado (1796), el Jardín Botánico de La Habana (1817), el Instituto de Investigaciones Químicas de La Habana (1848) y la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. (1861-1898), por sólo citar algunas, así como con la edición de numerosas obras y cartillas agrarias[1]. La obra desarrollada por la Sociedad Económica en la promoción de la ciencia aplicada a la agricultura, entre los siglos XVIII y comienzos del XIX, fue continuada y superada con la creación el 20 de enero de 1878 del Círculo de Hacendados de la Isla de Cuba[2]. Esta institución reunió a los grandes propietarios agroindustriales, medianos y pequeños hacendados y sectores comerciales vinculados con el azúcar, sin distinciones políticas.

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