Capítulo 2. El grafeno, un material único con una gran variedad de formas

Sobre cómo una curiosidad del laboratorio se convirtió en un tema de extraordinario interés

Una vez más, una forma del átomo de carbono está en el centro de una intensa actividad científica. En los años sesenta, los compuestos de intercalación del grafito despertaron un gran interés debido a su elevada conductividad eléctrica; los fullerenos, en los ochenta, por su extraña forma esférica, que integra nada menos que 60 átomos de carbono, adoptando la forma de un balón de fútbol; los nanotubos de carbono, en los noventa, por su extraordinaria ligereza y resistencia —se hablaba entonces de ascensores espaciales—; y, a principios de este siglo, cuando ya parecía que estaba todo descubierto, se logran separar las capas que integran el grafito y nos encontramos con nuestro protagonista, el grafeno.

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