Ascesis como práctica de libertad

Las diversas escuelas filosóficas de la Antigüedad y las prácticas ascéticas cristianas comparten una visión dualista de la ascesis: la ascesis es siempre del cuerpo y del alma; la ascesis corporal apunta, en última instancia, a la ascesis del alma. Para Diógenes la ascesis corporal debe acompañar a la del alma, «cada uno de los ejercicios es impotente sin el otro, la buena salud y el vigor no son menos útiles que el resto, puesto que lo que concierne al cuerpo concierne también al alma» (apud Foucault, 1984a: 85). Cuando se dividen las prácticas ascéticas en corporales y espirituales, como en Musonius Rufus, encontramos una dimensión espiritual incluso en la ascesis corporal. La idea de una ascesis exclusivamente corporal, como en las bioascesis contemporá. En la República Platón nos advierte sobre los peligros morales y políticos derivados del régimen excesivo, del culto extremo del cuerpo. El exceso «valetudinario», o sea, la vigilancia y el cuidado...

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