Abandonos

La tensión habitacional que se condensa en el estudio y gabinete de letras «antiguo régimen», determina que el mismo se convierta en un lugar susceptible en último extremo de ser abandonado; en una célula que se contempla desactivar de lo que es su propio potencial abstracto. Esto último se antoja excesivo y siempre en trance de poder acumularse hasta un grado verdaderamente implosivo, destructor. Pues en el studiolum se instala, insidioso, el deseo de una vivificación. Se le puede pedir, fáusticamente, a la vida que viva, alejándose de la «humareda del saber»; pero, también, se puede aspirar a que la imaginación y el pensamiento operen esa liberación del cuerpo oprimido del lecto-escritor. Como argumentaba el poeta Stefan George: «Contra los libros (que deberían ser mi medium y cuya vivificación no es precisamente el mejor de mis talentos) me atormenta la añoranza de contraponerles (mediante lentes de pensamiento más maduras) ideas realmente vivas.» La...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información